Alfonso Guerra es una de las voces más respetadas de la política española, por eso cualquier frase suya siempre es examinada con lupa y, si es una crítica, acaba provocando fuerte marejada, sobre todo en su partido, el PSOE. En estos días de incertidumbre, cuando aún se desconoce si habrá nuevas elecciones o si Pedro Sánchez sucumbirá a las peticiones de los independentistas, una declaración de Guerra se cotiza alto en el mercado periodístico. La expectación es máxima, especialmente después de que el PSOE haya expulsado a Nicolás Redondo Terreros en mitad de la ola de voces críticas que se están levantando contra la posibilidad de aprobar una amnistía para el denominado ‘procés’.